Las corporaciones: Psicópatas que controlan nuestra sociedad III/IV

Empresas o compañías son otros de los nombres con los que se conoce a las Corporaciones. Creadas inicialmente para lograr beneficios sociales ahora tienen vida propia y forman parte de nuestra sociedad como un ciudadano más, aunque con ciertas características que las distinguen: muestran una cruel indiferencia por los sentimientos de los demás, son incapaces de mantener relaciones duraderas, mienten repetidamente para conseguir un beneficio y son incapaces de sentirse culpables o de ajustarse a las normas sociales. Este fue el diagnóstico de un análisis psicológico realizado a las Corporaciones, su personalidad: psicópatas.
Una herramienta poderosa que actualmente forma parte de las principales estrategias de las Corporaciones es la publicidad. Se llevan a cabo gigantescas campañas de marketing donde se invierten millones de dólares para convencernos de comprar un producto, o requerir un servicio, aunque en realidad va mucho más allá que eso. Actualmente ya no se anuncian sólo productos, se anuncia una forma de vivir y de pensar. Décadas y décadas de propaganda y educación en medios de comunicación nos han enseñado a detectar ciertas necesidades y deseos, de manera que cuando pensamos en los beneficios de las Corporaciones nos parece imposible vivir sin ellas, viéndolas como las responsables de la buena vida que tenemos.
Actualmente las Corporaciones tienen un enorme poder sobre la gente, tal cual la iglesia, las instituciones educativas o el gobierno. Tienen la capacidad no sólo de informar sino de formar a la gente, enseñarle roles sociales al igual que se enseña a ser un buen policía, buen cristiano o buen ciudadano, ellas enseñan a ser un buen consumidor. La estrategia es convertir a la gente en consumidores mecánicos de productos que la mayoría de las veces no necesitan, desarrollando necesidades y deseos creados según la filosofía de la inutilidad, lograr hacer que la gente se centre en las cosas insignificantes de la vida.
Un ejemplo de cómo la publicidad influye para crear ciertos patrones de conducta son los niños, ellos son los consumidores del futuro, desde pequeños se les crean ciertas necesidades, se les fomenta una forma de pensar y pedir a sus padres aquello que desean, para que de adultos sean unos consumidores leales a ciertas marcas y productos. Lamentablemente la educación familiar poco puede hacer, frente a toda esa gama de publicidad que reciben sus hijos.
La Corporaciones venden su imagen, lo cual también es un enorme proyecto. Crean un espacio distintivo de su marca, algo así como su ambiente, por ejemplo Disneylandia no vende viajes a Disneyworld, ni muñecas o juguetes, ellos venden sueños mágicos, cuentos de hadas, dulzura, niñez; McDonals no vende hamburguesas o papas fritas, sino diversión, alegría, nutrición, precio; Nike no vende de ninguna forma sólo tenis deportivos, sino la oportunidad de vencer en la vida, de ser una persona triunfadora y emprendedora, etc.

Publicidad de Nike en internet
Los ejemplos son interminables, los mensajes que día a día recibimos son infinitos. Este es el tipo de publicidad llamada asociativa. Por ejemplo en los anuncios de bebidas alcohólicas podemos ver a jóvenes, con buena ropa y exitosos, de manera que te hacen desear no sólo la bebida, sino la sensación de aceptación dentro de un grupo social; un automóvil se anuncia asociado al éxito, la belleza y virilidad; productos para el hogar se anuncian por familias felices, etc.

Publicidad "subliminal"

Se venden marcas en las películas, en los bares, en el futbol, en el parque, el cine, de manera que si no nos damos cuenta de todos los mensajes que recibimos a diario y sólo “deseamos” algo, entonces la publicidad está haciendo un buen trabajo. A tal grado se llega a nuestro subconsciente que a veces recordamos los nombres de marcas y no los productos: papel higiénico=Pétalo; colores (rojo=Coca-Cola); figuras como la M de McDonals; la manzana de la empresa Apple; sonidos asociados a empresas de telefonía, entre muchos otros ejemplos.
A pesar de todo ello, el objetivo de la publicidad es simplemente crear mayor demanda de un producto o servicio, pero entonces deberíamos mencionar la ética, toda publicidad puede ser posible respetando al consumidor, su inteligencia, y sobre todo, su libre albedrío para decidir qué producto desea comprar y cuándo. La Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad contempla en su Código de ética publicitaria los principios de honestidad, legalidad, decencia, veracidad, dignidad, competencia justa, salud y bienestar, protección a la infancia, de manera que esa poderosa fuerza de persuasión contribuya también como un medio de difusión y transmisión de cultura y no sólo como deformadora de ella. Habría que poner atención si estos principios se cumplen.

Esta serie sobre está basada en informaciones obtenidas del documental "The Corporation", realizado por Mark Achbar, Jennifer Abbott y Joel Bakan.

Comentarios

  1. El ser humano busca siembre mejorar su condición de vida, por lo que siempre nos encontramos abiertos a la información que nos representa el bienestar en todos los sentidos. Este instinto de mejora a permitido a las grandes compañías y corporaciones a través de sus campañas de marketing o mercadotecnia, a facilitado el trabajo de vender X marca o producto a los consumidores, ya que de manera visual inducen a comprar un producto vendiendo un utópico bienestar que aparentemente una vez se tiene el producto nos promete estar mas cerca de cumplir nuestro sueño de bienestar; si en realidad nos ponemos a analizar que es lo que puede cumplir X producto, podemos caer en cuenta de lo contrario, es decir, no resuelve mi problema o situación de bienestar actual.

    Es difícil huir de los bombardeos de mensajes subliminales que nos rodean día a día; pero lo que si podemos hacer es controlar nuestras ansiedad de consumo, reflexionar de manera independiente evaluando nuestras verdaderas necesidades e identificar después que producto me convienes y no la inversa de a que producto le convengo; recordemos que nosotros somos el consumidor y que al elegir un producto nosotros le haces un beneficio a la empresa no ella a nosotros, ya que sin nuestro consumo ellas no podrían subsistir en el mercado; debemos pues exigir ciertos requisitos en el producto que elegimos para mejorar nuestra calidad de vida.

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  2. Definitivamente si hay que pensar en esos principios que marca el Código de ética publicitaria, porque en la realidad es muy claro que la competencia entre productos y servicios es muy deshonesta, ya que ya no se trata únicamente de ofertar, sino de desvalorizar a la compentencia, lo cual muchas veces es decepcionante, porque en lugar de eso, las corporaciones deberían concentrarse en destacar lo mejor que tienen sus productos y servicios y aún más importante, deberían concentrarse en mejorarlos contínuamente para satisfacer de una mejor manera la demanda. Por otro lado, como consumidores, cada uno de nosotros debemos profundizar en nuestras verdaderas necesidades para poder tomar decisiones de compra, y saber que estas decisiones tengan un sentido para nosotros, no para los demás, ya que nosostros somos los que usaremos el servicio o el producto, y conoceremos su utilidad o inutilidad en nuestras vidas.

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  3. Es verdad que las corporaciones tienen como fin último (aunque digan que no), el general utilidades, y esto a expensas de lo que sea. Los niños son un buen mercado para llegar a estas utilidades, ya que aunque no tienen el poder adquisitivo, sí tienen el poder de convencimiento con sus padres, que son los del billete. Hablando de ello, actualmente la Alianza por la Salud Alimentaria lanzó desde Abril de este año la campaña "Nuestros niños son primero, saquemos toda la publicidad de comida chatarra de su mundo". Esto con el fin de lograr lo que ha ocurrido con los cigarros, que no se produzcan mas adeptos a estos productos. Esta acción surgió en respuesta al hecho que en México uno de cada tres niños padece de sobrepeso u obesidad. A mí en lo personal me parece muy buena idea, porque aunque se diga la función de la publicidad es únicamente de informar, en realidad tiene poder de opinión, por lo tanto genera conductas. En Colima no vendría mal implementar una campaña de este tipo a nivel loca.

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  4. La publicidad de hoy en día juega con nuestras mentes, consciente o inconscientemente, y al parecer se le conoce como "neuro-marketing". Resulta, como ya se menciono anteriormente, estas compañías nos tienen tan estudiados que en realidad pueden llevar a partes de nuestro cerebro para hacernos pensar que necesitamos algo. El problema es que estamos tan acostumbrados a comprar, a gastar y a "renovar" cosas de forma tan constante, que ya no nos detenemos a pensar de las verdaderas razones de porque lo hacemos, o si quiera si realmente estamos tomando la decisión por nuestra cuenta.
    Cuando pensamos en retrospectiva, creo que todos podemos encontrar momentos o reacciones en nuestra vida en las que hicimos algo o compramos algo de manera espontanea e impulsiva. Así es como sabemos que esta publicidad les esta funcionando; el problema es que no se encuentran solo en un medio en particular, si no que están por todos lados. En realidad es muy difícil estar exentos de ello, por lo que el primer paso es detenernos a pensar cuando queremos algo, porque lo queremos en realidad.

    Biól. Krystal González Estupiñán. Especialidad 2015

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  5. Una de las técnicas que en los últimos han sabido utilizar de maneras más maquiavélicas que generosas con el prójimo es el neuromarketing.
    Un arma tan poderosa como oscura que ha venido al mundo para ser un instrumento de manipulación y control de las masas.
    Por: Angel Eduardo Gómez Pérez. Especialidad en Ciencias del Ambiente, Gestión y Sustentabilidad.

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