La ética, el último recurso de la democracia


“La crisis ambiental es una crisis de civilización. Es la crisis de un modelo económico, tecnológico y cultural que ha depredado a la naturaleza y negado a las culturas alternas”.


Ética de la sustentabilidad

No es nada nuevo decir que el sistema político mexicano se encuentra en crisis. La esfera pública, ese espacio donde se dan a conocer las aspiraciones, voluntades e intereses de la sociedad, ha sido desplazado por la negociación y el cálculo de intereses de los partidos políticos, ahora convertidos más en grupos de presión de sus propias oportunidades de poder, que en organizaciones que permiten a la sociedad expresarse y tomar decisiones.
Contrario a la realidad, nuestra democracia debería fundarse en la participación colectiva, en una toma de decisiones sobre cuestiones de interés común y no solo como un medio que permite el dominio del mercado y la economía sin reconocer los derechos de las comunidades para gestionar y asumir sus decisiones.
Para resolver todos esos dilemas que surgen al momento de pensar en las elecciones que transcurren el día de hoy y agregar además el concepto de sustentabilidad, es necesario pensar en una política de tolerancia y participación, alentándose los valores de una sociedad sustentable basada principalmente en procesos clave de emancipación, esto quiere decir que la gente sea consciente del poder que tiene al estar unida, como afirmaba Paulo Freire, busquemos participar y crear procesos donde nadie libere a nadie (llámense pobres, mujeres o cualquier otro grupo discriminado) y nadie se libere sólo; pues los seres humanos sólo se liberan en comunión.
Con quiénes razonamos y decidimos los medios o lugares en los que participamos, nuestro voto o nuestras opiniones si no es con la gente que nos rodea, la familia, las amistades o los compañeros de trabajo. Esos grupos que consciente e inconscientemente ayudan a que forjemos nuestra forma de pensar, nuestra conducta, valores y en mayor escala nuestra cultura. Son ellos con quienes nos liberaremos en comunión, en conjunto, grupos sociales que se reúnen con afinidades de pensamiento que forjan y construyen la sociedad.
Ahora bien, estos grupos están siempre a merced de otros, los de mayor influencia, los que tienen mayor información, los que tienen mejores medios o que son mayoría. Ellos marcan la tendencia a los demás, a los discriminados, a los que no tienen acceso, a los distintos o a los pocos. Desgraciadamente aquéllos procesos democráticos donde “la mayoría” toma las decisiones, donde las voces son las de aquéllos que gritan más fuerte y donde el sentido común es el menos común de los sentidos, debemos apelar a algo más si es que deseamos que esta sociedad transite hacia la sustentabilidad, aquélla en donde todos caben.
En la sustentabilidad la ética apela a la responsabilidad no sólo moral sino razonada de los sujetos, de los grupos sociales e incluso del Estado. Esta responsabilidad se basa en la solidaridad entre la política y la sociedad, de manera que sea la gente quien defina y legitime las formas de organización social, las formas de vida y las prácticas de sustentabilidad, con un verdadero pacto ciudadano basado en el respeto mutuo, la diversidad política y cultural y el respeto hacia una opinión pública crítica, analítica y autónoma.
Cuando razonemos sobre lo que deseamos tener como sociedad, pensemos en ese pacto social, pensemos en crear o impulsar acuerdos que permitan construir sociedades sustentables, modos de producción socialmente responsables y patrones de consumo maduros y conscientes. Este nuevo acuerdo debe considerar también la diversidad de estilos culturales, reconocer las diferencias, asumir conflictos e identificar aquéllos grupos que faltan o son excluidos del diálogo. Lo que resulta de todo esto es llamado racionalidad alternativa y nos lleva a reducir la brecha entre buscar tener más o distribuir lo que ya tenemos, entre promover la participación de todos o seguir marginando a algunos, entre lo que deseamos y lo que realmente podemos tener.
Así, en esta y en cada jornada electoral, una de las tantas manifestaciones de la democracia representativa, la ética debe convertirse en un principio de integridad de los valores humanos y de la identidad cultural, en función, no de las campañas políticas en los medios de comunicación o de las promesas por cumplir, sino de reflexionar más allá del voto y más allá de un día electoral. La participación debe ser consciente de que, al menos en el ideal de este sistema de gobierno, las decisiones deben tomarse en conjunto y respetando la relación real y simbólica que tenemos con nosotros mismos, nuestros territorios y los recursos naturales, así como con el medio ambiente.

Comentarios

  1. Desgraciadamente creo que este proceso de cambio se verá muy lento ya que la mayoria de la gente se deja llevar por lo que otro le impongan, sin saber que se tiene ventaja cuando todos estan unidos y se escuchan las voces de todos.
    Será un proceso lento pero por el bien de todos más vale que se realice.

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  2. Creo que, empezar por cada quien, sería el mejor paso que podriamos dar, y cuando estemos consientes que estamos dando todo de nuestra parte para que las cosas se hagan como se debe, entonces hacer grupos y llevar a cabo acciones que ayuden a mejorar o hacer que quienes esten en algun puesto poliítico, tomen decisiones adecuadas, no sirve de nada hacer criticas, o escribir en contra de quienes estan en cargos públicos, si nosotros mismos no estamos actuando de forma adecuada, hay que proponer y hay que hacer.

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  3. Cuando se trata de democracia, me hace recordad el problema de la cena de los filosofos; problema bastante citado en las ciencias computacionales para tratar de entender como funcionan los procesos del sistema operativo y se trata de lo siguiente:


    "Cinco filósofos se sientan alrededor de una mesa y pasan su vida cenando y pensando. Cada filósofo tiene un plato de fideos y un tenedor a la izquierda de su plato. Para comer los fideos son necesarios dos tenedores y cada filósofo sólo puede tomar los que están a su izquierda y derecha. Si cualquier filósofo coge un tenedor y el otro está ocupado, se quedará esperando, con el tenedor en la mano, hasta que pueda coger el otro tenedor, para luego empezar a comer.

    Si dos filósofos adyacentes intentan tomar el mismo tenedor a una vez, se produce una condición de carrera: ambos compiten por tomar el mismo tenedor, y uno de ellos se queda sin comer.

    Si todos los filósofos cogen el tenedor que está a su derecha al mismo tiempo, entonces todos se quedarán esperando eternamente, porque alguien debe liberar el tenedor que les falta. Nadie lo hará porque todos se encuentran en la misma situación (ESPERANDO que alguno deje sus tenedores). Entonces los filósofos se morirán de hambre..."


    Trasladando la analogía al tema de la democracia, podria decirse que los comensales son las necesidades e intereses tanto del pueblo como de los gobernantes; y los fideos, el cada vez mas raquitico capital.

    Curiosamente, en el ejemplo nombra solo 5 comensales, sin embargo en materia de gobierno, son muchisimos más; desde la educacio, seguridad publica, medio ambiente, desarrollo industrial y varios más.

    En donde cada representante en el comedor, quisiera acabar con la cena y dejar sin tenedores a sus compañeros de la mesa; sin darse cuenta que, estan callendo en el ultimo ejemplo, conocido en el ambito informatico como "DEADLOCK" o "ABRAZO MORTAL", falla producida en cualquier sistema por competir por los mismos recursos.

    Así que propuestas de solucion existen muchas, pero el problema siempre sera el mismo, gente egoista queriendo todo para si.

    Por lo tanto, creo que lejos de tratar de proponer una solucion idealista, o fantasiosa, en materia de sustentabilidad y medio ambiente, una solucion factible, seria adaptarnos al sistema y colocar en el comedor a un representante habil y langaro que deje sin comer a los demas, o comparta unas cuantas migajas, dado que notoriamente en el comedor politico, la ecologia esta deficientemente nutrida.

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  4. aunque bueno, esto podria generar que el resto del pais muriera de hambre, asi que solo es una solucion temporal...

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  5. Judit Torres Fernández del Campo14 de septiembre de 2011, 9:58 a.m.

    Ahora que con las lecturas podemos aprender algo mejor el tema, llego a la conclusión de que para incluir el término de sustentabilidad en la ética de una sociedad es necesario primero, asegurar la justicia social, ya que la pobreza está directamente relacionada con el deterioro ecológico.
    Si bien creo que la existencia de clases sociales es inherente al ser humano actual, ya que se crean por la formación de grupos basados en diferencias económicas y culturales dentro de una misma sociedad, también creo que cuando una población tiene cubiertas sus necesidades básicas esas diferencias son mínimas. Si no hay pobres, la brecha entre la clase media y los ricos es más angosta, o por lo menos no importa tanto. Y es entonces cuando se puede incentivar, desde la propia sociedad, el altruismo, las relaciones de cooperación y el cuidado del medio ambiente.

    Judit

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  6. Para la construcción de sociedades sustentables es necesario idear mecanismos de premiación a quienes contribuyan para el combate a la pobreza, equidad de género y mitigación del impacto ambiental y para lograr esto es necesario incluir a la ética para ser justos, actuar con reciprocidad y evidenciar el apego a la sustentabilidad.

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  7. el mal mde la civilizacion es el mal de la educacion..
    es un gusto ver que se toman nlos conceptos no de manera unidireccional sino multifactorial. el ambiente no solo es uno, la sociedad, no es uno, sustentabilidad, no es uno,, individuo no es uno, pobreza, no es uno,. equidad, genero, todos estamos relacionados y el todo es el resultado de las personas que somos... pensar en dar lo que se recibe es un principio, es un valor, es una ley es el derecho que tienen todos y una obligacion en su actuar.

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  8. Ramòn Elizondo Gonzàlez4 de octubre de 2011, 11:35 a.m.

    Una de las mejores formas de funcionamiento de las sociedades seria sin duda la ética, esa que nos dicta a hacer lo justo o actuar de manera correcta, sin embargo la ética no resulta muy cómoda ya que los interese personales se anteponen a los intereses comunes. las consecuencias de esta falta de ética en el actuar de la sociedad las estamos viviendo todos, con la injusticia, la parcial distribución de recursos entre diversas otras cosas que poco a poco nos hacen perder mas el interés de actuar con ética nosotros también y así se forma un circulo vicioso del que solo hay una forma de salir, decidiéndonos a actuar con ética.

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  9. En su obra "contrato social" Rousseau le confiere al ciudadano ciertas responsabilidades y cualidades que le permitirían ser llamado de esta manera, entre ellas se encuentra la participación , es decir , un ciudadano es aquel que participa en las decisiones que afectan a su comunidad ,y entonces bajo esta definición ¿cuantos podríamos ser considerados como ciudadanos?, muy pocos definitivamente, sin embargo no siempre es culpa de la población el no participar en la toma de decisiones, la mayoría de las veces son las mismas autoridades las que dificultan el acceso de las personas a la información que les permitiría participar de manera informada y en consecuencia buscando los mayores beneficios para la comunidad. Y en relación a la ética , hoy día no se podría decir que es una condición común en la sociedad mexicana, al leer las noticias se puede notar la falta de ética que tienen las autoridades y la falta de valores , como el respeto a su investidura y hacia la población en general. Durante los últimos meses se siente un clima de incertidumbre y que parece no va a mejorar a menos que el ciudadano tome y asuma el rol que le corresponde

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  10. Interesante porque la ética engloba tantas cosas, el bien, el mal, pero sobre todo los valores para actuar en la sociedad, y hace mucho énfasis en uno de ellos, la responsabilidad. Coincido mucho con ello, porque si todos actuáramos responsablemente, tomáramos nuestras decisiones en funcion a la realización de un amplio análisis de las consecuencia,se podría decir que tomamos la decision con responsabilidad, y en dado caso de un error, el aceptar las consecuencias de nuestros actos es aceptar nuestra responsabilidad, lo que generaría un correcto funcionamiento de las sociedades en todos los ámbitos y al hacerlo alcanzaríamos los objetivos planteados en torno a la sustentabilidad.
    Maria Teresa Gómez Pérez
    Especialidad en Ciencias del ambiente, gestión y sustentabilidad

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