¿Qué tenemos hoy para comer?
Desde hace 12 mil años la civilización se inició en el cultivo de semillas y granos. En el siglo XIX en China se contaba con miles de variedades de arroz y en otras partes del mundo se tenían alrededor de 5 mil tipos de papa y 7 mil variedades de manzanas. Después de la segunda guerra mundial la agricultura cambió. La revolución verde impulsó la idea de obtener más y mejores cosechas con nuevas tecnologías, precios bajos y mejores ofertas en el mercado de alimentos, con esta tecnología “ya no habrá escasez de alimentos”, se dijo. Entonces se da inicio a los monocultivos (o uniformidad en los campos de cultivos), que durante años han creado un vacío ecológico que insectos y enfermedades han aprovechado. A principios del siglo XX se habían extinguido ya el 97% de las variedades de verdura y se cultivaban solamente cuatro variedades de papa.
Con la revolución verde también se da inicio a una nueva era en la tecnología de alimentos: la ingeniería genética o biotecnología, que son aquéllas técnicas que utilizan organismos vivos o partes de ellos para fabricar o modificar productos o bien, desarrollar microorganismos para usos específicos. En 1975 la oficina norteamericana de patentes recibió una solicitud de la empresa General Electric para patentar un microbio creado en sus laboratorios, fue el primer organismo modificado genéticamente. Después de un largo juicio la empresa ganó y ahora es posible patentar cualquier organismo vivo, siempre y cuando se cumplan con ciertas condiciones.
Lo que coloca este tema en el debate mundial, es que si es posible patentar los genes de un organismo vivo, entonces lo que sea que contenga ese gen, será propiedad de quien lo haya patentado, ya sea una bacteria, planta, animal o humanos. Actualmente han sido patentados por universidades y empresas privadas norteamericanas, más del 20% de los genes humanos (Revista Science, 2005[1]), tratándolos como cualquier otro producto que se puede encontrar en el mercado.
En el año 2001 la gente se empezó a dar cuenta de que los alimentos genéticamente modificados estaban ya dentro de su dieta alimenticia, sin haber aprobado su ingreso en el mercado. Una mujer norteamericana sufrió serias reacciones alérgicas al comer maíz modificado genéticamente. Desgraciadamente la legislación norteamericana no obligaba a etiquetar un producto con contenido transgénico (en algunas ciudades sigue sin aprobarse el etiquetado). En el año 2003 México aprobó la Ley de Bioseguridad, que avala la creación, desarrollo y comercialización de productos transgénicos en nuestro país. En Europa la mayoría de la población rechaza este tipo de tecnología por la incertidumbre que provoca las consecuencias de su consumo, por ello se prohíbe su exportación desde 1998.
En el caso del maíz mexicano, éste contiene una riqueza y diversidad incomparable en el mundo. Es cultivado desde hace 7 mil años, tiene cientos de variedades que son resistentes de forma natural a las plagas, tienen diferentes sabores, se pueden hacer una gran cantidad de platillos y tiene también otros usos. El maíz es parte no sólo de nuestra dieta sino también de nuestra cultura. Desgraciadamente algunos agricultores mexicanos empobrecidos tienen que comprar el maíz amarillo transgénico proveniente de Estados Unidos, porque es más barato que comprar las variedades criollas mexicanas.
Por otro lado, todo el conocimiento tradicional de pueblos y comunidades indígenas en todo el mundo no es reconocido por el Sistema Internacional de Patentes, así es que actualmente ya hay varias solicitudes para patentar la “tortilla mexicana”. Hay que aclarar también que los alimentos genéticamente alterados no son ni más nutritivos, ni más ricos, ni mejor elaborados. Se venden como la solución al hambre del mundo, aunque dicho problema no consiste en la carencia de alimentos, sino en el acceso a ellos. Actualmente más de 800 millones de personas en el mundo padecen desnutrición y Estados Unidos no es la excepción, a pesar de su política de promoción de los transgénicos.
Hoy en día la biotecnología prueba no sólo con semillas, sino también con peces, ganado, pollos, insectos, árboles, etc. así es que la pregunta es ¿cómo podemos seguir confiando en lo que comemos? La respuesta es promovida por aquéllos movimientos ambientalistas que impulsan la utilización de los recursos locales. Hace más de un siglo la gente compraba sus alimentos en los mercados, todo era producido por agricultores locales y se apoyaba la economía regional.
La relación entre el hombre y la agricultura es ancestral, requiere de un sistema diverso, saludable y sostenible que respete la lógica de la naturaleza y se valore como producto del conocimiento tradicional. Los consumidores deben apreciar de nuevo a los productores locales, los mercados y tiendas comunitarias. Se propone para ello tres acciones importantes: apoyar la agricultura comunitaria y/o volver a los cultivos caseros; comprar productos orgánicos y comprar de nuevo en los mercados locales. Hasta hoy el consumidor sigue teniendo la última palabra, el problema es que se necesita información para actuar, para decidir, porque si un producto no es sometido a pruebas, no es etiquetado y no se sabe sus efectos en la salud, entonces no debe ser comprado ni consumido.
Rosalba Thomas Muñoz
rosalbathomas@gmail.com
[1] La nota puede encontrarse en el siguiente enlace:
http://news.nationalgeographic.com/news/2005/10/1013_051013_gene_patent.html
whao... me parecio muy interesante
ResponderBorrarGracias Ana, puedes ver el documental completo en el enlace, está muy interesante.
ResponderBorrarSaludos,
Me pareció impresionante el hecho de la grandísima cantidad de vegetales que se han extinguido y al parecer lo seguiremos haciendo; agotando cada vez más los recursos y biodiversidad que la naturaleza nos ofrece. Somos nuestro principal depredador. El propio sistema en el que vivimos en el que está encima de todo interés el aumento de la productividad y la explotación de los recursos naturales sin importar los daños al ecosistema.
ResponderBorrarHay otro negocio atrás de esto, que es el de los agroquímicos y fertilizantes que cada año logran generar enormes ganancias. Estos productos altamente contaminantes para los terrenos también son una gran problemática para la sociedad que consume estos alimentos tratados con este tipo de productos. Entre los más dañinos y prohibidos en la mayoría de países esta los que se les llama “La docena toxica”, muy daños a la salud, pero como siempre sucede, se siguen vendiendo a la luz de todos y México no es la excepción.
Saludos.
Santiago Virgen
Me parece muy interesante el articulo. Si existen muchos alimentos transgenicos, pero ,muchas de las veces no es totalmente culpa del agricultor. La agricultura en nuestro país es una actividad poco apoyada por el gobierno, y muchos pequeños agriculturos que de eso se mantienen solo pueden utilizar las herramientas que estan a su alcanze para mantener las cosechas en buen estado. A eso le aumentamos todas las contras que enfrentan primero para conseguir la inversion, despues mantener la cosecha bien y despues venderla. Por todo esto hay que consumir alimentos
ResponderBorrar(en este caso frutas y verduras) producidos en el País. Necesitamos apoyarnos entre nosotros mismos y tambien se requiere de que el gobierno de mas apoyos tanto economicos como educativos a la agricultura. Educativos me refiero a Cursos a los pequeños agricultores para no utilizar agroquimicos pero que sus cosechas se mantengan en buen estado.
JUAN PABLO ANGULO PARTIDA
ResponderBorrarEste artículo me hizo recordar la hambruna que sufrió Irlanda por depender de un monocultivo, la papa parecía prometedora en saciar el hambre de ese país, pero el problema inicia cuando ese cultivo es atacado por una peste.
Desgraciadamente en nuestro país la agricultura se ve con desdén, muy pocos se quieren dedicar a ella, y si lo hacen es porque tienen muchas hectáreas y capital, y la convierten en agroindustria. He sido testigo como mi comunidad pasó de agricultora a convertirse en un pueblo satélite de Colima capital, donde la mayoría de los pobladores se desempeñan en el área de los servicios.
En cuanto a la intromisión del humano en la mejora de los cultivos, también he sufrido sus consecuencias de forma directa, mi abuelo materno murió por envenenamiento de pesticidas.
Es todo un reto alimentar a tanta gente en el mundo y no hacer daño en el proceso, ya sea en la salud, economía e incluso en la diversidad genética de nuestros cultivos.
Juan Pablo Angulo Partida
Me pareció muy interesante el tema de los monocultivos. Éstos, como bien dices, fomentan la pérdida de la biodiversidad y no solo en las variedades vegetales. Existe mucha fauna que se ha adaptado a los medios rurales y ha aprovechado la baja influencia del hombre en ciertas comunidades rurales como beneficio para su propia supervivencia. Un ejemplo de ello son ciertas especies de aves, que necesitan una heterogeneidad en su hábitat. Es decir, viven en el bosque y se alimentan en las zonas de cultivo. Para estas aves (entre muchos otros animales) es esencial que se siga conservando un método más tradicional de agricultura, donde los monocultivos no arrasen con todo.
ResponderBorrarMe encanto este punto de vista, a partir de hoy sera incluido en mi discurso.
ResponderBorrarMe brinca la poca atencion brindada por parte del sector politco al agro y por otra la falta de informacion que como ciudadano tenemos.
Considero que es un tema sustancial para nosotros, los ciudadanos, ya que se refiere a un tema en el cual podemos tener una influencia muy clara pues nuestra decisión tiene una influencia directa.
ResponderBorrarMientras que otros temas, no menos importantes, tienen influencia directa de otros actores como las empresas y políticos, y poca de los ciudadanos.
Creo que son pasos pequeños pero fundamentales al informarnos y actuar respecto al consumo de lo local.
Saludos,
Sabina
Un tema bastante interesante y de suma importancia para nosotros como consumidores, que muchas veces no sabemos realmente lo que estamos consumiendo. Precisamente ayer que andaba por una tienda de autoservicio, específicamente en el área de verduras, me llamó la atención un montón de cajas con tomates (jitomates) que sudaban frío, seguramente los acababan de sacar de los refrigeradores y bueno a lo que voy, es que las cajas tenían marcado un nombre muy gringo en su exterior “Panthers”, la verdad me sacó de onda y me puse a pensar de dónde provenían realmente los productos que consumimos, mientras nuestros campos se mueren. Una lástima que nuestros servidores públicos si hayan hecho hasta una ley para la producción de productos transgénicos y excelentes alternativas como la de IRENA, no haya sido considerada. Una pena realmente, una prueba más de que lo que importa para ellos son sus intereses y no los del pueblo. Un megatache para ellos :S
ResponderBorrarRocío González R.
Creo que este es uno de los artículos que mas me ha gustado. Por el tipo de tema y su importancia para la subsistencia. El alimento es fundamental para todos los seres vivíos y los seres humanos no somos la excepción. Me preocupa el hecho de hasta donde seremos capases de manipular los alimentos.
ResponderBorrarNo se si sea correcto relacionar los alimentos y los problemas de salud; ya que es sabido que el uso de los agroquímicos (según esto controlado hasta donde es permitido) es nocivo para las plantas y su tiempo de vida, si esto les ocasiona a ella que será de todos aquellos que consumimos de su fruto. Es sabido por todos que cuando se consumen cosas crudas, sin lavar correctamente podemos contraer una infección; pero ¿Que podemos contraer al ingerir tanto químico en los alimentos? ¡No lo se! y no creo que sea nada bueno; así que ojo con lo que ingerimos en nuestra dieta diaria
Existe mucha falta de información de nosotros como consumidores, nos dejamos manipular por la mercodotecnia y compramos lo más accesible sin considerar las consecuencias que puede traer a nuestra salud creo que aqui aplica lo de considerar los costos-beneficios : )
ResponderBorrar"¿Cómo podemos seguir confiando en lo que comemos?" Muy fuerte. Comer es una necesidad básica para sobrevivir, y tener la incertidumbre de la procedencia o calidad de los alimentos es de verdad preocupante. Por otra parte está la desinformación, no son preguntas que nos hagamos comúnmente como sociedad.
ResponderBorrarEn la licenciatura vimos una vez un documental sobre Monsanto y agricultores de Estados Unidos que habían sido demandados por Monsanto por usar "sus" semillas, pero los agricultores no lo habían hecho a propósito, el viento había hecho que algunas semillas cayeran del lado de sus tierras; además también estaba el punto de que algunos agricultores compraban semillas sin saber que estaban genéticamente alteradas. Entonces todo el cultivo, todo el trabajo y el tiempo invertido, lo iban a perder porque estaban usando semillas patentadas.
Este ejemplo es más sobre las afectaciones sociales y económicas, pero.. ¿y las afectaciones físicas?
En fin. Muy buena información. Gracias
Resulta interesante ver como piensa el ser humano: pensar que la solución al hambre del mundo es produciendo alimentos genéticamente modificados e igualmente inaccesibles que los alimentos sin haber sido deformados, suena bastante irritante y hasta ofensivo a mi parecer. Pero pese a ello, pienso que la solución a situaciones como estas se encuentra en el mismo ser humano, no en el actuar colectivo, sino más bien en lo individual. Y justamente se encuentra en las últimas líneas del texto que ahora comento: el consumidor tiene la última palabra. Si bien es cierto no había suficiente información al inicio de la producción de los transgénicos, ahora lo hay y corresponde a cada uno de nosotros empezar a tomar decisiones. Estoy convencida que en cuanto algo nos afecta directamente empezamos a actuar. Se ha empezado de poco en poco, pero se avanzando proporcionalmente a la información comunicada. Tal vez sea un suceso que llevará años, muchos, y se lograrán cambios, estoy convencida. Lo único que espero es que esos cambios sean suficientemente valiosos par el ser humano.
ResponderBorrarMuy frecuentemente voy a Guadalajara, y en promedio por cada calle que paso hay de dos a tres personas pidiendo dinero (en la zona centro), diciendo que es con la finalidad de “comprar alimentos”, no soy quien para juzgar si es así o no es así, lo que si se y me he dado cuenta es que la ciudad de Colima tiene una gran variedad de árboles frutales en sus diferentes colonias, los cuales tienen diversas frutas todo el año como son; guayabas, mangos, nances, naranjas, tamarindos, guanábanas, entre otras y en su mayoría no son aprovechadas y se desperdician, y yo me pongo a pensar si estas frutas que se desperdician fueran dadas a las personas que piden dinero para comer en Guadalajara mitigaríamos un poco el hambre, con recursos que se están desperdiciando, con esto quiero decir que los transgénicos para mí son meramente un pretexto para “mitigar la escasez de alimentos ”, porque creo que esto se puede hacer con un mejor manejo de los recursos alimenticios y una mejor distribución de los mismos.
ResponderBorrarY por otro lado la modificación genética, me hace pensar que a veces queremos sentirnos más sabios que la naturaleza misma y no consideramos que tenemos muy poco tiempo aquí y a la naturaleza le ha tocado experimentar con prueba y error hasta tener los procesos que ahora tiene, pero esto ha sido a través de millones de años, y ahora nosotros venimos a patentar “nuestras creaciones”, en lo particular este tema me causa un poco de ruido. Me recuerda a un comentario que escuche donde hablaba de un científico y este le decía a dios; dios ya se crear a un ser humano con barro como tú lo hiciste y por tal razón ya no te necesitamos, y dios le contesta: muy bien me da gusto que puedas crear vida, pero ahora consigue o crea tu propio barro.
Edith Carrillo
Es verdad que el consumidor tiene la última palabra, para muestra no puede estar más claro que Europa donde los movimientos ciudadanos pudieron lograr la salida de Monsanto de ese continente debido a sus transgénicos a excepción de España y Portugal que sus motivos políticos y/o económicos tendrán.
ResponderBorrarOtro punto puede ser el problema que pueden causar los cultivos transgénicos a los endémicos como el ejemplo del maíz, ¿Quién asegura que los cultivos ya sembrados no se mezclaran con los endémicos?, si sabemos que su forma de reproducción es por polinización y el aire puede llevar el polen de los transgénicos largas distancias y entonces otra pregunta sería ¿Cómo piensan controlarlo?.
Areli Vázquez
La manipulacione es terrible , nada es mejor que la propia naturalezaa , es bastante el daño que causan ya todo lo que consumimos y lo que esta a nuestro alrededor es procesado , y muchas de la veces las consecuencias las encontramos en nuestras enfermedades nosotros como consumidores , por herencia en la comunidad donde yo vivo aun consumimos lo que nuestros vecinos y familia cosecha , lo natural ,los frutos no procesados que la naturaleza nos da , estamos mal informados , aparte que dejamos que nos hagan a su gusto , al paso que vamos podemos llegar a todo la verdad , y creo que demos actuar y pronto
ResponderBorrar1°A Rosario Hernández Velázquez (sari)
Desde mi punto de vista la tecnología ha aportado cosas muy importantes a la vida del hombre, pero por más semejante que las verduras o que otras cosas sean a las que son cosechadas de manera natural no es lo mismo porque la naturaleza tiene su proceso de hacer cada cosa y esta bien que se utilice la tecnología para ciertas cosas pero es mucho mejor los productos naturales sin intervención de la tecnología, desde mi punto de vista es una actividad muy bonita el plantar flores, hortalizas y te gratifica cuando ves los frutos.
ResponderBorrarFacultad de Trabajo Social
1"A" SELENE EDITH OROZCO SÁNCHEZ
Este articulo esta muy interesante por que habla como ha cambiado los alimentos con el paso del tiempo y la tecnología.. ahora los alimentos hasta en los súper mercados los puedes ver empaquetados y con conservadores del cual ya vienen de un largo proceso y hay alimentos del cual ya es puro plástico, no es como antes. pero a veces la tecnología afecta a la humanidad
ResponderBorrarLucero Yohana Guzmán Torres 1-A Trabajo Social.
La idea con la que comenzaron los alimentos transgénicos fue el asegurar su disponibilidad, y como lo menciona el articulo, esta meta no se ha cumplido o en realidad están tergiversando su primicia, pues existen muchas sociedades que padecen de alimento y el acceso a este. Entonces, una cosa es que existan estos "alimentos mejorados" que resistirían condiciones adversas, pero otra muy diferente es que sean accesibles para todos, sin mencionar las consecuencias de su consumo. Cada vez existen mas casos de personas con diferentes enfermedades relacionadas al consumo de transgénicos y el problema es mas allá de que exista una etiqueta que lo mencione, es el hecho de que la gente no tiene el conocimiento de todo lo que esto involucra y significa. Necesitamos estar mejor informados para tomar mejores decisiones de lo que consumimos.
ResponderBorrarBiól. Krystal L. González E. Especialidad 2015