Medidas de salud adaptadas a una sociedad enferma: crisis de salud o de sociedad.
Hasta hoy, ni los avances tecnológicos ni los grandes inventos del hombre han logrado que la sociedad se libere de la manipulación. Se considera a las autoridades como la verdad y no a la verdad como una autoridad a seguir. Desde hace algún tiempo hemos venido sufriendo la manipulación de gobiernos y medios de comunicación, que buscan legitimar decisiones que nos llevan solamente a darle ganancias a unos cuántos. Para aclarar esto, se realiza un breve recuento de sucesos históricos poco difundidos.
Desde 1913 en Estados Unidos el miedo ha sido la herramienta que usa el gobierno norteamericano para que la población no se de cuenta de la realidad. En esa fecha se ocultaron las intenciones de eliminar el Banco Central para sustituirlo por el Sistema de Reserva Federal, una corporación o monopolio privado de banqueros que le prestan dinero al gobierno con enormes intereses. Por supuesto, ahora también son dueños del dinero en casi todo el mundo a través del Banco Mundial o Fondo Monetario Internacional.
En la Primera Guerra Mundial, los conflictos entre Inglaterra y Alemania llevaron a estos países a enfrentamientos armados. La población norteamericana estaba en contra de la guerra por lo que el gobierno se declaró neutral, pero no así los intereses bancarios, que estaban a favor por las grandes ganancias que la guerra les dejaría. Cabe decir que no hay mejor inversión para los bancos que la guerra, porque ello obliga a un gobierno a endeudarse. Entonces el gobierno norteamericano “inocentemente” envió barcos civiles a cruzar la frontera alemana, con el fin de provocar un ataque. Al final, el miedo de la gente ante una amenaza llevó al gobierno a entrar en la guerra con resultados de 323 mil muertes norteamericanas y ganancias de 30 mil millones de dólares para uno de los banqueros más famosos y ricos del mundo, Rockefeller.
Durante la Segunda Guerra Mundial nuevamente el 84% de la población no quería saber nada de la guerra, sin embargo, el ataque a Pearl Harbor en 1941, provocado por el mismo Presidente Roosevelt, quien hizo todo para inducir el ataque japonés, ocasionó que más de un millón de personas se ofrecieran de voluntarias en el ejército. Cabe destacar la intervención de compañías americanas que negociaban y apoyaban a la Alemania Nazi: I.G. Farben y la US Standard Oil Company que abastecían más del 80% de los explosivos alemanes y gases que se usaron en los campos de concentración, los dueños: la familia Rockefeller. Otro ejemplo es la Union Bank Company, que lavaba dinero nazi y apoyaba a Hitler en la construcción de blindados, aviones de combate, cañones y explosivos, el director en ese entonces era Prescott Bush, abuelo de George W. Bush.
La Guerra de Vietnam en 1964 creada con base en mentiras sobre falsos ataques vietnamitas a barcos norteamericanos en el Golfo de Tonkin, fue preparada también por el gobierno (con declaraciones encontradas años después) ocasionando la muerte de 58 mil soldados norteamericanos y más de 3 millones de vietnamitas, pero sobre todo dejó una enorme deuda ante la Reserva Federal.
Finalmente el 11 de septiembre, el “supuesto” ataque a las torres gemelas por terroristas de Al Qaida, dio la pauta al gobierno norteamericano para convencer a la gente que habría que defender al país con más armamento y guerra, aunque hasta el momento no hay pruebas contundentes de que dicho ataque fuera realizado por ese grupo terrorista. Gracias a ello, el miedo de la sociedad ante este tipo de ataques, ha ayudado a aprobar todas aquéllas reformas relacionadas con la guerra contra el terrorismo e inseguridad en todos los países “aliados”. El enemigo ahora es Irak y Afganistán, países ricos en reservas de petróleo.
El narcotráfico y la inseguridad en todo el mundo no son cosa nueva. Son temas que se han venido manipulando de manera que la población sienta miedo y tienda a tomar decisiones sin razonar. Recientes reformas en el Congreso de la Unión en México permiten que el gobierno ya pueda intervenir y localizar teléfonos celulares. Ahora es sólo eso, quizá después sea como en Estados Unidos donde pueden entrar a tu casa y registrarla sin orden judicial o sin que el dueño esté en ella; arrestar sin decir los cargos; detener a una persona indefinidamente y sin derecho a un abogado con el pretexto de que podrías ser un terrorista. Esto es una invasión a la vida privada, justificada por la propia seguridad, aún en contra de las libertades civiles.
Las élites de gobierno ven al terrorismo como un medio para crear pánico de masas, es el medio perfecto para generar cohesión social pero a través de una imagen enemiga. Esta es la realidad de la teoría neoconservadora de Karl Smith que dice que se debe tener una imagen enemiga para conformar una sociedad. Esto sería tanto como decir que la sociedad se une solamente con miedo y ahora podemos ver que así es. Actualmente los gobiernos, medios de comunicación y todo el orden social se basa en el mito del miedo. El terrorismo es una técnica utilizada por los gobiernos para inducir o manipular la opinión pública con el fin de promover una agenda de temas de su interés.
Ahora libramos otro tipo de guerra, el enemigo es el terror mismo, el terror de la gente hacia sus miedos: miedo de morir infectado por influenza, miedo de ser balaceado en la calle, miedo de ser asaltado, miedo de perder a la familia o el trabajo, miedo de no poder pagar la renta, la comida, etc. Esta guerra no se puede ganar porque es contra nosotros mismos y un organismo que está en guerra consigo mismo, está condenado a perder.
Vivimos en una sociedad dividida, individualizada, en la que vemos a los demás como enemigos, si ganan más que nosotros, si son más guapos, más inteligentes, más ricos, si tienen mejor trabajo, casa, etc., vemos siempre las diferencias y no las similitudes. Pero ese es el objetivo, porque si quieres ganar una guerra, puedes bombardear o pelear contra tus enemigos, pero es mejor hacer que ellos se destruyan solos.
Nuestra cultura entera está hoy por hoy saturada de programas de entretenimiento sin sentido, temas que son difundidos para seguir manteniendo el miedo, para distraer la atención, para no saber cómo cambian nuestras creencias, cultura, valores, ideales a cambio de entretenimiento, sin pensar o razonar hacia dónde te diriges o qué decisiones se están tomando realmente con libertad, porque “nadie es mas esclavo que aquéllos quienes falsamente dicen ser libres” Goethe
Desde 1913 en Estados Unidos el miedo ha sido la herramienta que usa el gobierno norteamericano para que la población no se de cuenta de la realidad. En esa fecha se ocultaron las intenciones de eliminar el Banco Central para sustituirlo por el Sistema de Reserva Federal, una corporación o monopolio privado de banqueros que le prestan dinero al gobierno con enormes intereses. Por supuesto, ahora también son dueños del dinero en casi todo el mundo a través del Banco Mundial o Fondo Monetario Internacional.
En la Primera Guerra Mundial, los conflictos entre Inglaterra y Alemania llevaron a estos países a enfrentamientos armados. La población norteamericana estaba en contra de la guerra por lo que el gobierno se declaró neutral, pero no así los intereses bancarios, que estaban a favor por las grandes ganancias que la guerra les dejaría. Cabe decir que no hay mejor inversión para los bancos que la guerra, porque ello obliga a un gobierno a endeudarse. Entonces el gobierno norteamericano “inocentemente” envió barcos civiles a cruzar la frontera alemana, con el fin de provocar un ataque. Al final, el miedo de la gente ante una amenaza llevó al gobierno a entrar en la guerra con resultados de 323 mil muertes norteamericanas y ganancias de 30 mil millones de dólares para uno de los banqueros más famosos y ricos del mundo, Rockefeller.
Durante la Segunda Guerra Mundial nuevamente el 84% de la población no quería saber nada de la guerra, sin embargo, el ataque a Pearl Harbor en 1941, provocado por el mismo Presidente Roosevelt, quien hizo todo para inducir el ataque japonés, ocasionó que más de un millón de personas se ofrecieran de voluntarias en el ejército. Cabe destacar la intervención de compañías americanas que negociaban y apoyaban a la Alemania Nazi: I.G. Farben y la US Standard Oil Company que abastecían más del 80% de los explosivos alemanes y gases que se usaron en los campos de concentración, los dueños: la familia Rockefeller. Otro ejemplo es la Union Bank Company, que lavaba dinero nazi y apoyaba a Hitler en la construcción de blindados, aviones de combate, cañones y explosivos, el director en ese entonces era Prescott Bush, abuelo de George W. Bush.
La Guerra de Vietnam en 1964 creada con base en mentiras sobre falsos ataques vietnamitas a barcos norteamericanos en el Golfo de Tonkin, fue preparada también por el gobierno (con declaraciones encontradas años después) ocasionando la muerte de 58 mil soldados norteamericanos y más de 3 millones de vietnamitas, pero sobre todo dejó una enorme deuda ante la Reserva Federal.
Finalmente el 11 de septiembre, el “supuesto” ataque a las torres gemelas por terroristas de Al Qaida, dio la pauta al gobierno norteamericano para convencer a la gente que habría que defender al país con más armamento y guerra, aunque hasta el momento no hay pruebas contundentes de que dicho ataque fuera realizado por ese grupo terrorista. Gracias a ello, el miedo de la sociedad ante este tipo de ataques, ha ayudado a aprobar todas aquéllas reformas relacionadas con la guerra contra el terrorismo e inseguridad en todos los países “aliados”. El enemigo ahora es Irak y Afganistán, países ricos en reservas de petróleo.
El narcotráfico y la inseguridad en todo el mundo no son cosa nueva. Son temas que se han venido manipulando de manera que la población sienta miedo y tienda a tomar decisiones sin razonar. Recientes reformas en el Congreso de la Unión en México permiten que el gobierno ya pueda intervenir y localizar teléfonos celulares. Ahora es sólo eso, quizá después sea como en Estados Unidos donde pueden entrar a tu casa y registrarla sin orden judicial o sin que el dueño esté en ella; arrestar sin decir los cargos; detener a una persona indefinidamente y sin derecho a un abogado con el pretexto de que podrías ser un terrorista. Esto es una invasión a la vida privada, justificada por la propia seguridad, aún en contra de las libertades civiles.
Las élites de gobierno ven al terrorismo como un medio para crear pánico de masas, es el medio perfecto para generar cohesión social pero a través de una imagen enemiga. Esta es la realidad de la teoría neoconservadora de Karl Smith que dice que se debe tener una imagen enemiga para conformar una sociedad. Esto sería tanto como decir que la sociedad se une solamente con miedo y ahora podemos ver que así es. Actualmente los gobiernos, medios de comunicación y todo el orden social se basa en el mito del miedo. El terrorismo es una técnica utilizada por los gobiernos para inducir o manipular la opinión pública con el fin de promover una agenda de temas de su interés.
Ahora libramos otro tipo de guerra, el enemigo es el terror mismo, el terror de la gente hacia sus miedos: miedo de morir infectado por influenza, miedo de ser balaceado en la calle, miedo de ser asaltado, miedo de perder a la familia o el trabajo, miedo de no poder pagar la renta, la comida, etc. Esta guerra no se puede ganar porque es contra nosotros mismos y un organismo que está en guerra consigo mismo, está condenado a perder.
Vivimos en una sociedad dividida, individualizada, en la que vemos a los demás como enemigos, si ganan más que nosotros, si son más guapos, más inteligentes, más ricos, si tienen mejor trabajo, casa, etc., vemos siempre las diferencias y no las similitudes. Pero ese es el objetivo, porque si quieres ganar una guerra, puedes bombardear o pelear contra tus enemigos, pero es mejor hacer que ellos se destruyan solos.
Nuestra cultura entera está hoy por hoy saturada de programas de entretenimiento sin sentido, temas que son difundidos para seguir manteniendo el miedo, para distraer la atención, para no saber cómo cambian nuestras creencias, cultura, valores, ideales a cambio de entretenimiento, sin pensar o razonar hacia dónde te diriges o qué decisiones se están tomando realmente con libertad, porque “nadie es mas esclavo que aquéllos quienes falsamente dicen ser libres” Goethe
Pasan los años y seguimos viviendo la misma historia, nada más cambian los protagonistas. Nuestros gobernantes siguen manipulando la sociedad para proteger sus intereses personales y creo que esto pasa en todos los países del mundo sin importar el nivel socioeconómico;para muestra basta un botón, con estos hechos históricos que nos acaba de compartir...
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